La industria financiera se encuentra en medio de una profunda transformación y los bancos e instituciones financieras están en una carrera para mantenerse al día con consumidores cada vez más digitales. En muchos casos, ya se están pasando a la transformación 2.0 e incluso a la 3.0, que llevarán varios años y millones de dólares. Desde la nube a la automatización, desde las “super aplicaciones” hasta la web 3.0, los ejecutivos bancarios tienen la tarea de crear los componentes básicos hacia un futuro completamente digital y al mismo tiempo, ofrecer soluciones brillantes y rentables.
A medida que los líderes de la banca se preparan para la próxima fase de su transformación digital, se enfrentan a decisiones muy importantes de inversión en infraestructura tecnológica que tomarán muchos años, millones de dólares y que impactarán en la viabilidad futura del negocio.
La digitalización afecta a prácticamente todo en la organización, lo que hace que capturar sus beneficios sea excepcionalmente complejo. A medida que el mundo digital crece a un ritmo exponencial, las instituciones financieras de América Latina están tratando de poner las piezas necesarias en orden para sobrevivir y competir con los nativos digitales en un mar digital. El desarrollo de “super aplicaciones”, el impacto de blockchain, la identidad digital e incluso el metaverso están transformando lo que significa ser digital en el mundo de hoy.
Crear una base sólida para enfrentar la trayectoria hacia una transformación digital exitosa y capturar los beneficios digitales es un gran desafío. Para Ulises Tapia (LATAM FSI Industry Executive, Microsoft, México) estamos en un proceso de pasar de plataformas a redes y estas serán cada vez más importantes.
La digitalización ha provocado un reordenamiento radical de las fronteras tradicionales de la industria. Los bancos, los gigantes del comercio electrónico, los operadores minoristas y las empresas de tecnología se han dado cuenta de la creciente importancia de centrarse en el cliente, reflejada en la ola de movimientos estratégicos de las principales empresas de todo el mundo hacia otras industrias. Desde Apple a Alibaba, Amazon a MercadoLibre, el mundo de los ecosistemas digitales ha empujado a las instituciones financieras maduras a competir no sólo con las nuevas startups nativas digitales, sino también con los gigantes tecnológicos luchando formalmente en industrias paralelas.
Estamos en un cruce entre la economía tradicional y la digital en el que hay tantos desafíos como oportunidades. Gracias a la colaboración con otros actores que les permiten crear experiencias digitales, bancos como Citi pueden hoy llegar a los no bancarizados. En palabras de Driss Temsamani (Managing Director – Head of Digital, Citi Latin America), “la economía digital es alérgica al efectivo, pero es una oportunidad de crecimiento económico y por otro lado de inclusión financiera”.
Preparadas o no, las instituciones de todas las industrias y tamaños se vieron obligadas en los últimos años a abrazar plenamente la transformación digital, y el ritmo resultante del cambio ha sido asombroso. Las instituciones financieras que aún no habían estado en la nube se apresuraron a hacerlo durante la pandemia. La migración de las cargas de trabajo de los entornos de mainframe a la nube permitió a los bancos modernizar la infraestructura para obtener velocidad, agilidad y rentabilidad.
Para Alfredo Iglesias (Financial Services Industry Executive – Latin America, Microsoft, USA) la digitalización ha creado muchos cambios en la experiencia de los usuarios y en los sistemas backend y específicamente en los de mainframe. La transferencia de un mainframe a la nube es todo un desafío, pero el primer paso es un cambio cultural, “entender que esto que nos sirvió por muchos años nos está impidiendo el movimiento hacia el futuro y seguir adelante. Lo primero es discutir las estrategias de negocios y cómo estas están siendo desaceleradas por tener este tipo de plataformas”.
Los monederos digitales y la tecnología que las sustentan, se multiplican en todas partes de la región. Sin ir más lejos, Walmart de México y Centroamérica desarrolló Cashi, su propia aplicación de pago de servicios que no necesita de una tarjeta de crédito. Ahora clientes y socios realizan recargas de efectivo en la aplicación, lo que está dando a los clientes mayores facilidades para pagar. ¿Un buen ejemplo de transformación digital? Quizás, aunque para Fernando Velazquez (Chief Transformation Officer, Walmart de México y Centroamérica, México), la transformación digital no es solo una cuestión tecnológica, sino cultural.
En Perú, Yape se ha transformado del «Venmo de América Latina», a una billetera totalmente digital, ofreciendo comodidad, experiencia de cliente de próxima generación e inclusión financiera a más de 5 millones de usuarios en Perú. La app es la red de pago preferencial en Perú y cuenta con 9.4 millones de usuarios, pero lo que aún es más sorprendente es el aumento en la transaccionalidad. “Cuando creamos Yape nadie se imaginó su impacto. Nuestro objetivo es que los Yaperos puedan resolver las necesidades de todos los días (pero) no ha sido sencillo”, confiesa Raimundo Morales (CEO, Yape, Perú).
Si hay algo que queda claro es que en el laberinto de transformación digital, lo más aconsejable es hacer alianzas tecnológicas y buscar tantos recursos como sean necesarios para atravesarlo con éxito. Te invitamos al próximo episodio de FATV Deep Dive: convertirse en el banco digital de próxima generación, para que puedas conocer, escuchar y conectarte con quienes ya lo están haciendo.