Existen millones de usuarios de teléfonos inteligentes que a su vez están bancarizados. De acuerdo con Statista son cerca de 2.659 millones personas que se adaptaron a las comodidades que ofrecen estos equipos en su cotidianidad.
Por otro lado, el Banco Mundial indica que, hasta 2017, había cerca de 3.800 millones de personas bancarizadas, estimando que parte del gran crecimiento se debe al uso de los equipos móviles y las aplicaciones de pago móvil. En este sentido, es sencillo imaginar que estas tendencias seguirán en aumento, pero juntas de la mano, lo que permitirá crear nuevas alternativas que ofrezcan nuevas experiencias o perfeccionen las existentes.
Con la llegada de la nueva generación de smartphones y todas sus posibilidades de nuevas tecnologías concentradas en un dispositivo de bolsillo se potencia esta tendencia de bancarización remota.
De acuerdo a un reporte de Statista, en 2018 se realizaron cerca de 227 mil millones de dólares en pagos desde smartphone por la plataforma Pay Pal, una de las líderes en el mercado de pago a través de estos dispositivos. Y China es uno de los países que lidera estas iniciativas al implementar esta modalidad, tanto en comercios formales como en los puestos de ventas ambulantes.
Actualmente, Google y Apple compiten férreamente para captar cuotas de mercado de estas operaciones con diferentes estímulos para sus clientes. Pero no sólo son los grandes de la tecnología los interesados en alcanzar la mayor cantidad de cuota de mercado. En Estados Unidos, por ejemplo, existen plataformas de pagos móviles como Payroll, Zelle, Popmoney que ya funcionan para todas las necesidades y en Latinoamérica existen tiendas virtuales que posicionan su propio wallet como Mercado de Pago de Mercadolibre.com.
Básicamente existen 3 tipos de sistemas de pago con móviles:
Sistema NFC: El sistema de Comunicación de Campo Cercano o NFC (por sus siglas en inglés) es el intercambio de datos por contacto que requiere que tanto el equipo del comercio como el equipo del cliente posean esta característica de hardware. Además, permite cifrar la información y requiere validación, vía clave o biométrica, del cliente. Para la realización de la transacción, el comercio introduce los datos de la operación y el cliente acerca su smartphone al dispositivo, luego autoriza la operación en su equipo.
Recordando cómo funcionan las tarjetas actualmente, se introducen todos los datos en el equipo del comercio y luego el cliente acerca su smarphone (o relojes inteligentes que tienen la misma capacidad) y autoriza la operación, el cual le da una clave cifrada al equipo del comercio para que este la comunique al banco.
Código QR: a diferencia del sistema anterior, este pago posee dos formatos, presentando QR en donde se acerca el código a un punto de venta quien se ocupa de iniciar la transacción, o Leyendo QR en donde el dispositivo lee el código del establecimiento.
Iniciado el pago con cualquiera de los dos procesos, se transfiere los datos al otro equipo, se introducen los campos faltantes y se envía la operación. Esto genera una experiencia de compra positiva por la rapidez y comodidad, y a diferencia del metodo por NFC este no requiere hardware especifico sino unas caracteristicas minimas para correr las aplicaciones necesarias para la operación.
Aplicaciones de Pasarelas de Pago: Esta es la más extendida hasta el momento. En ella encontramos sistemas como Pay Pal, Zelle o Mercado de Pago y ambos (comercio y cliente) deben estar afiliados a la pasarela. La pasarela es la que se encarga de realizar la solicitud de dinero al banco del cliente y enviarla al banco del comercio.
La diferencia con respecto a las anteriores es la necesidad de que ambos esten afiliados al mismo proveedor de servicio de pago, es decir en los casos anteriores (NFC y QR) sólo participaban cliente, comercio y el banco de cada uno de ellos. En el caso de las pasarelas de pago hay un tercero que participa como intermediario y en la mayoria de los casos son los comercios los que deben registrarse en la mayor cantidad de pasarelas para no perder ventas; pero siempre pensando en que el costo no sea mayor al beneficio, porque entre más pasarelas de pago mayor trabajo para gestionarlas y conciliar operaciones.
Para llegar a esta tendencia la historia la historia se resumen en los avances dados en los últimos años. El primer teléfono inteligente fue lanzado por IBM en 1992 y fue el paso inicial para llegar al equipo multifuncional que conocemos hoy. En su momento era novedoso poder revisar el correo electrónico, tomar notas o tener una agenda de contactos todo desde nuestro teléfono. Poco después llegaron los primeros PDA de diversas empresas, siendo los más populares en Europa los equipos Nokia y en América los dispositivos equipados con Windows CE.
Pero no es hasta el 2007 cuando se presenta el primer gran cambio de los primeros smartphones, con la salida al mercado del Iphone y el uso de una pantalla que no necesitaba un lápiz óptico. Un año más tarde se presenta la primera beta de la App Store de Iphone y el kit de desarrollo para crear aplicaciones de terceros que daría lugar al desarrollo de nuevas formás de pago como estas.
Fue entonces cuando los bancos y las Big Tech encontraron un camino para desarrollar su negocio, hacer más rápidas las transacciones y facilitar al usuario el «cash virtual». El presente está aún por escribir, pero lo que está claro es que las monedas y billetes tal y como las entendíamos, pueden no ser necesarias en poco espacio de tiempo.