¿Qué más se puede pedir que un salario competitivo y estabilidad laboral en una institución financiera prestigiosa? Pues aparentemente, mucho más.
Trabajar en un banco prestigioso para hacer carrera y planificar un futuro predecible, era el sueño de muchos jóvenes talentos hasta hace unos años, pero el mundo avanza rápido y esa aspiración hoy ya no es la más importante.
Un informe de la consultora global de RRHH Randstad publicado a principios de este año, muestra que los empleadores son valorados por ofrecer seguridad laboral (69%), seguridad financiera (68%), mantener una buena reputación (63%), ofrecer un buen ambiente de trabajo (63%), y lograr un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida privada (61%). En conclusión, un alto número de trabajadores, especialmente la Generación Z y los Millenials, quieren trabajos que les permitan ser felices.
La estabilidad laboral, tan tradicionalmente valorada en instituciones financieras, hoy ocupa el tercer lugar (55%) y si bien los beneficios siguen siendo importantes, el paradigma ha cambiado: los bancos hoy necesitan volverse creativos para mejorar su oferta y hacer frente a la demanda de talento.
Incluso para instituciones financieras de inconfundible renombre como JP. Morgan, Banco Pichincha, Banco Lafise o Banco Galicia, atraer talento y después retenerlo, se ha convertido en uno de los desafíos más grandes a los que se enfrentan en la actualidad, especialmente en áreas de tanta demanda como la tecnológica.
Los bancos necesitan talento con un mindset fresco y disruptivo que pueda acelerar sus planes de transformación digital, pero sus mejores atributos como solidez o estabilidad, ahora no hacen más que alejarlos de las personas con las habilidades que necesitan para triunfar en estos tiempos.
Los bancos deben prevenir la fuga de talento reinventándose para volver a ser el lugar en el que las personas correctas quieran trabajar, pero compiten con el atractivo que representan las empresas de tecnología más ágiles, flexibles, innovadoras y más adaptadas a las necesidades y propósitos de nuevas generaciones.
Internamente, muchos bancos han invertido grandes sumas de dinero en capacitación y en el fortalecimiento del liderazgo para que sus empleados se conviertan en líderes, trabajen con sus equipos, se olviden de las estructuras jerárquicas y piensen más horizontalmente, pero la cultura empresarial y la necesidad de reformular sus propias estructuras internas, podrían poner un freno a sus expectativas.
Sin el talento adecuado, los bancos e instituciones financieras no sobrevivirán mucho tiempo en una era de cambios rápidos, ideas disruptivas y un mercado con nuevos competidores y demandas.
Crear una cultura digital que atraiga el talento necesario es fundamental pero puede llevar algo de tiempo, por ello, muchos bancos e instituciones financieras además de atraer y promover el talento interno, están trabajando en la construcción y fortalecimiento de su marca empleadora para reducir el coste de contratación y el índice de rotación de empleados.
Descubre cómo algunos equipos lo están logrando en este Panel de Recursos Humanos del que participaron Rafael Berges (Gerente de Personas, Banco Galicia, Argentina), Jose Luis Muñoz (CHRO, Banco Pichincha, Ecuador), Luisa Franchy (CHRO, Banco Lafise, Nicaragua), Karla Georgina Arnáiz Lopez (Managing Director – Talento Diversidad e Inclusión, JP Morgan, LATAM) y Ray Ruga (Founder & CEO, Fintech Americas).